Su medio físico-químico es de una Escasa precipitación, menor de 125 mm/año. Grandes fluctuaciones de temperatura en el mismo día (40ºC de día y 0ºC en la noche).
Se les ha pensado como lugares desprovistos de vida, aunque esto no sea necesariamente así: existe una flora (xerófila) y una fauna (y también poblaciones humanas) que ha sabido adaptarse a estas duras condiciones de vida.
En los desiertos la erosión eólica (viento) y la radiación solar suelen ser muy intensos, por lo que el suelo suele ser arenoso, pedregoso o rocoso
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